Redes Sociales. El altavoz de los mediocres

 




El atrevimiento que produce la ignorancia. 

Se está perdiendo algo que se debe dar por hecho: para dar una opinión sobre algo, se debe tener un mínimo de preparación y conocimiento, especialmente cuando se emite una opinión para un público más allá de los cuatro amigos en el bar o en casa. En ese caso, todos somos libres de decir y opinar libremente sin temor a hacer daño a nadie.

Emitir una opinión o transmitir un conocimiento válido a un público requiere preparación. Abrirse una cuenta en una red social solo requiere un teléfono. En ese sentido, las redes sociales están más cerca del bar que de cualquier otra cosa.. 

En tu vida normal no te relacionas con todo aquel que pasa por tu lado. Si llegas a un sitio y escuchas una gilipollez, te das la vuelta y sigues con tu vida. En las redes sociales tenemos que aprender a convivir con los gilipollas y sus gilipolleces. 

El panorama que se deduce de eso es que las voces que encontramos son numerosas y variadas. Se produce un conflicto interno por la casi obligatoriedad de leer todo lo que aparece en pantalla. Y cuesta aprender eso de "no entrar al trapo" ya que uno, con más de dos dedos de frente, debe enfrentar ese conflicto, ese desequilibrio en su ideario, al menos al principio.

 No toda opinión vale lo mismo. No toda opinión tiene valor de nacimiento, aunque aquellos más mediocres te hagan creer que si y lo repitan como cotorras. No. De ninguna manera. No.

Hay mejores opiniones que otras y muchas opiniones no valen nada. Y no. Tampoco las opiniones se han de respetar de nacimiento. Una opinión mediocre o que no vale para nada, no ha de ser respetada. Se respeta al individuo y su libertad de expresión, su libertad para opinar libremente. Que no es lo mismo y parece que esto a la gente le cuesta entenderlo. Yo animo a ello. No es tan complicado. Libertad para opinar, si. Aunque luego, toda opinión se ha de someter a juicio para mostrar su valía. Por tanto, ¿Por qué debería respetar una opinión que no vale para nada?

Por un lado tenemos el "mundo de la opinión". Opiniones mediocres que se escudan en el respeto. Y por otro tenemos el tono de la opinión. Con esto tenemos los ingredientes de la mediocridad. 

En una conversación, aquel que más grita es ni más ni menos aquel que más se le escucha. Pero eso no le hace validar su mensaje ni llevar razón alguna. 

En las redes sociales se alzan muchas voces. A veces se agrupan en coro esas opiniones mediocres. El resultado es una mediocridad general que se escucha muchas veces y muy en alto de tono. Pero no lo hace más válido.

El mediocre suele estar enfadado con el mundo y no disfruta con nada. Y no acaba ahí su mediocridad. Quiere que todos sean igual de mediocres que él. 

No ha hecho nada en su vida que sea relevante, más allá crearse un perfil de twitter. Allí se encuentra cómodo el mediocre al ser escuchado por otros tan o más mediocres que él. 

Vivimos en una época que nos desborda el contenido. Cine, series, videojuegos etc etc ¿Estoy diciendo que sea incriticables sus propuestas, sus contenidos? por su puesto que no. Y hay excelentes ejemplos de buenas críticas. 

Hablo del mediocre. De ese tipo de persona que por sistema vomita su ponzoña contra cualquier propuesta que se le presenta. Y están ganando la partida. Las redes sociales son un excelente altavoz a su mediocridad.

Uno disfruta de una obra. Acude a las redes sociales para compartir su momento, hacer su aporte, esperando encontrar a otros que hagan lo mismo para nutrirse. ¿Y qué potencia la red social? A los mediocres que no paran de escupir basura sobre aquello con lo que acabas de disfrutar. 

Tristes mediocres.  

Mr Slash. Contraband


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